La ubicación, entre el mar y la montaña, de la localidad
barcelonesa de Sitges ofrece al visitante multitud de oportunidades de ocio. La
Costa de Garraf, a orillas del mar Mediterráneo, y las montañas cercanas
proporcionan a la región unos bellos paisajes naturales. Urbanizaciones de
lujo, campos de golf e instalaciones náuticas al lado de las playas, se
completan con un interesante casco urbano, desbordante de citas culturales. La
gastronomía sitgetana reúne, por su parte, los platos más representativos del
litoral catalán y crea, además, exquisitas recetas como el xató.
La Costa de Garraf, el
litoral meridional de Barcelona, tiene en Sitges una de sus localidades más
representativas. La excelente calidad de sus aguas y playas, algunas de ellas
con la distinción de calidad “Bandera Azul”, y la proximidad
de las montañas la han convertido en un destino privilegiado. Su núcleo urbano
también merece una visita. Allí esperan construcciones religiosas como las
iglesias de Sant Bartomeu y Santa Tecla.
La Casa de la Vila,
edificio neogótico del siglo XIX, y el Palau Maricel, en el que se dan cita elementos
medievales, renacentistas y barrocos, son otros de los puntos de interés de la
ciudad. La estética modernista de finales del siglo XIX y principios del XX
también ha legado a Sitges bellas muestras arquitectónicas, como la casa taller
del escritor y pintor Santiago
Rusiñol, el Cau Ferrat. Este creador se instaló en Sitges en 1891 e
hizo de esta localidad catalana punto de encuentro de intelectuales y artistas,
dándole un aire bohemio que aún hoy conserva.
Arte y cultura
La
agenda cultural de Sitges cuenta con importantes encuentros como el Rally
Internacional de Coches de Época (de Fiesta de Interés Turístico Nacional), el Festival Internacional de Cine
de Cataluña o la
celebración del Corpus Christi. Además, el visitante puede aproximarse a la
cultura de la zona a través de tres museos. La casa taller de Rusiñol expone,
junto a las suyas, obras de El Greco, Zuloaga y Picasso, entre otros. Por su
parte, en el Museo
Maricel se pueden
admirar colecciones de arte Románico, Gótico y una pinacoteca de Arte Moderno.
Para profundizar en la sociedad catalana del siglo XIX se debe visitar el Museo Romántico.
Tanto
en el casco antiguo como en los puertos y áreas playeras se disponen multitud
de restaurantes en los que conocer la gastronomía
local. Uno de los platos principales es el xató, elaborado con
escarola, bacalao, atún, anchoas y aceitunas, y aderezado con salsa romescu
(ñoras asadas, almendras tostadas, ajos, aceite y guindilla). La sepia estofada
con patatas y ali-oli, el guiso de atún o la fideuá son otras de las delicias
que se preparan en Sitges. Las denominaciones
de origen de Alella,
Penedés y Pla de Bages son los vinos recomendados para acompañar estas viandas.
Puertos deportivos
Más de cuatro kilómetros de playas blancas y finas se
extienden por el litoral de esta localidad barcelonesa. Provistas de todo tipo
de instalaciones y servicios, se convierten en un lugar perfecto para disfrutar
del tiempo de ocio. Las más familiares se encuentran bien comunicadas y poseen
aguas poco profundas y con escaso oleaje. Otras se sitúan en parajes más
apartados y en algunas se puede practicar el nudismo. Sus puertos
deportivos también
proponen multitud de actividades náuticas, así como diferentes empresas cuentan
con programas de aventura que incluyen escalada, espeleología o senderismo.