jueves, 21 de febrero de 2013

Buñuelos de Cuaresma



Los Miércoles y Viernes de Cuaresma se convierten en el postre típico de Cataluña.
A la espera de la Semana Santa, durante la Cuaresma los buñuelos son una de las recetas típicas que cobran protagonismo en las mesas catalanas. Se sirven acompañando el café, en la merienda, o como postre. Su elaboración es bastante sencilla y sus ingredientes asequibles. Son muy versátiles, ya que se pueden rellenar con los sabores que más gusten.








Ingredientes

  • 1 vaso de harina tamizada
  • huevos (en principio, dependiendo de la textura que adquiera la masa)
  • 1 vaso de leche
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Raspadura de limón
  • Una pizca de sal
  • Aceite de oliva o de girasol (según se prefiera)
  • Azúcar glasé o azúcar normal (el glasé será más indicado si se rellenan, ya que adquiere más categoría)
  • Canela (es opcional)

Elaboración

  • En un cazo grande o cacerola, se ponen al fuego la leche, la mantequilla, la ralladura del limón y la sal.
  • En cuanto rompa a hervir se retira del fuego y se añade la harina tamizada, llevándolo de nuevo al fuego, sin parar de mover continuamente con una cuchara de madera, hasta que la masa quede fina y compacta.
  • En ese momento, se retira del fuego y se deja templar unos minutos.
  • A continuación, se añaden los huevos. En este paso se ha de prestar especial atención: se añadirán uno a uno, mezclándolos bien con la masa hasta que quede homogénea y no se pueda apreciar el huevo. Según el tamaño del huevo, quizás no se precisen los seis, ya que se ha de controlar que la masa no quede demasiado líquida y esto sólo dependerá de la cantidad de huevo que se vaya incorporando.
  • Dejar reposar la masa durante unos 15 minutos.
  • En una sartén o freidora se pone a calentar abundante aceite, teniendo en cuenta no calentarlo demasiado, para que el buñuelo cueza bien por dentro, sin que se queme por fuera.
  • Con la ayuda de unas cucharillas, se forman bolitas de masa y se van echando a la sartén. No es necesario darles la vuelta, ya que si la masa tiene la textura correcta, flotarán y se girarán solos. Es conveniente abrir algún buñuelo para comprobar si se están cociendo bien por dentro.
  • Cuando estén dorados, se sacan y se colocan sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
  • Antes de que se enfríen se rebozan en el azúcar (normal o glasé) y si gusta también en canela.

Buñuelos rellenos

Los buñuelos resultarán exquisitos sin rellenar, pero si se quiere dar un carácter más elaborado a la receta, éstos admitirán muchas posibilidades a la hora de ser rellenados. Los rellenos más habituales son los siguientes, dejando abiertas un sinfín de posibilidades a la creatividad.